Desde 1981, con la visión de crear productos de calidad que impulsen a las personas, comenzamos nuestra trayectoria y, seis meses después, sumamos a nuestro primer colaborador. En 1984 lanzamos nuestro primer producto bajo la marca Prolub: un aceite para transmisión automática. Desde entonces, hemos ampliado nuestra oferta para motores de gasolina y diésel, grasas, transmisiones y el ramo agrícola.

Con esfuerzo, nos consolidamos en la región centro-occidente de México y, en 1987, llegamos a la frontera con Estados Unidos, expandiéndonos a ciudades como Ciudad Juárez, Mexicali y Tijuana. Hoy, seguimos comprometidos con la excelencia, capacitándonos y trabajando con profesionalismo para impulsar a quienes confían en nuestra calidad.